Luna llena de marzo, luna del Cuervo
Es hora de despertar.
Igual que despierta la tierra.
Hay una voz interior que te pide crear un nuevo orden, abrir puertas que nunca antes se han abierto.
Es hora de prepararse para la acción. Ya basta de soñar. Despierta y rompe la tierra.
El cuervo es el animal que le da nombre a esta luna llena de marzo. Y como siempre, el nombre asociado a cada luna nos da pistas de que códigos nos regala.
El cuervo tiene un profundo significado. Suele asociarse a la muerte y los campos de batalla. La muerte siempre es una transito, un punto de inflexión: algo acaba para dar paso a algo nuevo. El invierno se acaba.
Los cambios de etapa siempre nos van pedir limpiar lo viejo para dar paso a lo nuevo. Haz espacio en los armarios, en la nevera, en tu cuerpo y en la mente. La primavera es momento de depuraciones ayunos y dietas.
Los cuervos son considerados "limpiadores", ya que es un animal carroñero y nos está invitando precisamente a esto: contemplar lo que tienes que limpiar, dejar atrás, purificar y sanar.
La primavera tiene energía ascendente, te ayuda a limpiar, trae a la superficie los barcos hundidos, las inseguridades, los no soy capaz, no soy suficiente.
Abrazarlos, ser consciente de nuestras fortalezas, de nuestras debilidades, de lo que hay que dejar atrás, de lo que hay que continuar sosteniendo.
¿Alguna vez has pensado todo lo que tiene que hacer la naturaleza para florecer? Se encuentra dormida durante meses, a oscuras. A veces pensamos que florecer es cuestión de horas o días, o de desearlo mucho.
Pero hace falta ser soberana, para ascender y romper la tierra. Y luego continuar creciendo a la intemperie, vulnerable, dejando atrás el cobijo de la tierra.
Nos transformamos dejando atrás lo viejo, morimos para nacer de nuevo.
A los cuervos también se les percibe como inteligentes. Son conocidos por construir sus nidos en lo más alto de los árboles para ganar una perspectiva amplia para vigilar a los depredadores y proteger sus nidos.
Es un momento de planificación y estrategia. De tener la mente clara y saber enfocar y 'ver' los pasos que debemos dar, de tomar el mapa y trazar el camino ya que pronto comenzaremos a caminar. No se trata de ser un planificar rígido, sino fluido y adaptable, hacer uso de la creatividad y la estrategia y al mismo tiempo ser adaptable. Así es cómo protegemos nuestros sueños.
Odín tenía dos cuervos que le informaban de todo lo que pasaba. Se llaman Huginn (Pensamiento) y Muninn (Sabiduría), y sobrevolaban los nueve mundos estando al día de todo. El entorno es maleable, las cosas suelen cambiar.
El estratega no es visionario.
Pero el visionario sí es estratega.
El visionario intuye, es parte de su magia, su conexión con el contexto y el cosmos. Sabe leer las piezas y tiene clara la visión de futuro, contempla la duda, la pregunta, la apertura… y continua siempre en su centro.
Feliz luna llena del cuervo.