Luna llena de Abril, luna del Despertar
También suele llamarse la luna de Pascua o luna Rosa, porque permite calcular la fecha de la Semana Santa, cuyo cierre siempre se fija para el primer domingo después de la primera Luna llena de la primavera. Esta primera luna llena después del equinoccio de primavera evidentemente tiene que ver con la fertilidad, ese momento en que el crecimiento en la naturaleza se acelera, y con la valentía, con la capacidad de enfrentarse a las circunstancias adversas. Es una Luna que nos invita a buscar el equilibrio entre nuestra parte más intuitiva y la más racional, por eso se la considera la Luna del despertar.
Hoy escribo estas líneas contemplando las olas del mar de fondo con sus crestas salvajes y su mágica e inteligente regularidad.
Por esta parte del mundo en estas fechas, el viento de levante ruge casi con rabia y sin descanso. Las gotas de agua salada y la bruma del mar llegan hasta los cristales de mi ventana y el tintineo, que en otras ocasiones es suave y melodioso, de los cilindros sonoros del móvil de mi terraza, compiten esta vez con el romper violento de las olas y el lamento del viento.
Son días extraños estos, el inicio de la primera suele ser desordenado, entre eclipses y cambios de horas de luz que nos invitan, mas bien, nos empujan sin contemplación a replantear nuestros hábitos y costumbres. Dicen que la primavera es época de transición y depuración. Y parece que todos los acontecimientos de nuestra vida se alían con el fluir de la naturaleza pidiendo una regeneración, una limpieza y una transformación.
Se siente mas que nunca, el caos, lo impermanente, lo salvaje de la vida. Lo difícil que es contener, retener, apegarse, cuando las circunstancias siempre se están moviendo, de la misma manera que hoy el viento lo mueve, lo transforma incluso lo destruye todo a su paso y, las olas parecen que buscan traer a la orilla barcos hundidos de lo profundo del mar. Todo parece una invitación a meditar sobre esos barcos hundidos que también están enterrados en lo profundo del corazón, sueños rotos, anhelos olvidados, planes y mapas que quedaron inservibles porque la vida decidió explorar otras vías.
¿Cómo tener la valentía de bajar a lo profundo del mar y contemplar?
¿Cómo ser capaz de dejar la puerta del sótano abierta y no bajo llave?
El inicio de la primavera es un espacio donde la luz y la oscuridad se entremezclan. Dónde todavía las ramas secas del invierno se intercalan con las bellas flores blancas de los arboles en flor. Donde la yerba alta, salvaje y entreverada del invierno se enreda con delicadas flores de pálido violeta. Dónde sobre el tronco caído por el rayo de una tormenta, empiezan a surgir nuevos y desafiantes brotes verdes y tiernos.
Te invito a practicar la "Walking Meditation" y contemplar la naturaleza saliendo del invierno, entrando en la primavera. Y descubrir esa danza entre oscuridad y luz, nacimiento y disolución, ocultamiento y revelación ... y como la muerte/vida/muerte/vida danzan ...
Y como un reflejo, deja que fluyan igualmente esas energías en tu corazón, que emerjan los barcos hundidos y las salvajes olas los traigan a la orilla para que el viento los limpie y el sol los ilumine. Deja que la energía de la vida y la muerte fluyan sin contención en tu corazón.