Luna llena de mayo o luna de las flores
Si has leído el artículo anterior sobre BELTANE, seguramente entiendas de inmediato porqué recibe estos nombres la luna llena de mayo: luna de la madre, luna de las flores o luna en flor, luna de la acacia, luna de leche o luna de la siembra del maíz o de la plantación. Entre los budistas es conocida como Vesak o “Día de Buda”. En la primera luna llena de mayo, los budistas conmemoran el nacimiento, la iluminación y el fallecimiento de Buda.
La luna llena de mayo coincide con el momento de máxima fertilidad de la tierra. Esta es la época del año en el que las flores se abren y junto a los árboles, malezas y pastos liberan sus pólenes generando millones de partículas que se dispersan por el aire, transportadas por el viento o por insectos (si eres alérgico lo sabrás bien). Los granos de polen son las células sexuales masculinas de las plantas con flores. Se forman en el interior de los estambres y, una vez maduros, son liberados. Su función biológica es alcanzar la parte femenina de una flor de su misma especie y hacer posible la fecundación de la ovocélula.
Pero quizás no sabes, que el ser humano, ¡también libera su “polen”!.
El ser humano tiene un calendario biológico que va variando con las estaciones del año, y que funciona con nuestros estímulos hormonales.
Con el aumento de la luz y de la temperatura en el ambiente, el ser humano libera hormonas que influyen en nuestro estado de ánimo, nos sentimos más enérgicas, positivas y contentas y, también hace que tengamos más deseo sexual. Aumentan hormonas como la dopamina (hormona del placer y la motivación), la serotonina (que regula el estado de ánimo), la noradrenalina (alivia el estrés), las feromonas (las hormonas de la atracción) o la melatonina, que conlleva cambios en las respuestas tanto físicas como emocionales de un individuo.
La luna llena de mayo representa la ovulación. El terreno está fértil y preparado para ser fecundado. Es la UNIÓN del principio femenino y masculino.
Sin embargo, bien sabemos que no todo el mundo vive la primavera de manera explosiva. Las depresiones aumentan en esta época del año. Podemos sentirnos frustrados, temerosos, inquietos y con miedo a mostrarnos y recibir la vida y lo que la vida tiene para nosotros. En plena abundancia de la naturaleza, en ocasiones, nos sentimos pequeños, limitados y carentes.
Este es el momento de dejar de agarrarnos de una vez por todas a los miedos, las inseguridades, despegarnos las historias limitantes que nos contamos... Y sumergirnos en ese espacio del corazón donde hay fortaleza, valentía, dulzura, humildad, sabiduría. Y confiar... Confiar que hay un proceso que nos lleva, por diferentes caminos pero siempre al mismo fin en esencia: que florezcas.
La expresión de tu propio brillo es una necesidad para tu comunidad.
Fíjate bien, la naturaleza no duda, simplemente explota, florece, como fuegos artificiales, compartiendo toda su belleza para sumar a la sinfonía global.
Tus dones deben ser compartidos.
Tu particularidad es necesaria.
Tu luz es innata.
No tienes que hacer nada, simplemente, darte del permiso para ser… para explotar y expresar-te desde tu íntima verdad.
Solemos tener miedo de mostrarnos al mundo tal y como somos, solemos tener miedo al rechazo y juicio del entorno si apostamos por nuestros sueños. Tenemos miedo de tomar las oportunidades como si trajeran con ellas maldiciones. Tenemos miedo de brillar demasiado por si ofende a alguien... Y nos mantenemos en perfil bajo, en la sombra.
Y este es el punto de contemplación para hacernos justo en esta luna.
Busca un lugar cómodo y silencioso, si es un posible de cara a la luna llena.
Enciende una vela roja.
Toma unas respiraciones.
Mira hacia la luna y siente cómo te baña con sus rayos. De verdad trata de sentir esto. No es una sensación tan obvia como sentir los rayos del sol, pero trata de ser sensible a esta sensación.
Mantente así el tiempo que sientas y necesites, respirando y recibiendo el baño lunar.
Y cuando estés lista, cierra los ojos, repite y contempla estas frases:
Soy un recipiente de la vida que se manifiesta a través de mi.
La expansión supone sostener la contracción, sostener los miedos a exponerse, a no ser aceptada, a no encajar, a ser juzgada. Esta es la danza de opuestos: sostener la dualidad nos lleva a la Unidad, a integrar nuestro ser.
Puedo seguir conectada a mi intuición y al mismo tiempo tomar acción para manifestar mis deseos. Esto es, la unión de mi femenino y masculino.
El equilibrio no se mantiene, se busca constantemente.
Observa ahora tu respiración y realiza durante al menos 10 minutos samavitri pranayama: inhalación igual a la exhalación.
Termina recitando OM SHIVA, OM SHAKTI y en las próximas horas busca un símbolo que represente a Shiva o al principio masculino, y otro que representa a Shakti o principio femenino y colócalo en tu altar o espacio personal. También si pintas o haces cerámica, deja que tu arte de guía a manifestar la forma de tu masculino y femenino.
Suele haber un miedo a “perder" el status quo si tenemos que dar pasos adelante. Parece que para expandirnos, crecer y hacer algún upgrade tenemos que sacrificar y renunciar a otras cosas a cambio. Se habla mucho de soltar, de dejar atrás. Y si, es fundamental podar, sanar, liberar, perdonar aquellas cargas que nos impiden seguir avanzando. Pero también es necesario sostener, cuidar, abrazar todo lo que somos, con nuestras luces (motivación, alegría, pasión, capacidades…) y nuestras sombras (heridas, miedos, inseguridades… humanidad) y celebrar todo eso y con eso en las manos, dar los pasos adelante. Brillar no es solamente luz. Brillar es ser capaces de sostener todo lo que somos y ofrecerlo al mundo.
Feliz luna llena.
Encuentra más inspiración, rituales, prácticas, hábitos, tips de alimentación y autocuidado en la Membresía “Las 5 Transformaciones”. Un recorrido por la rueda anual para alinearnos con los ciclos naturales.