Luna llena de enero, luna del Lobo
Esta luna de enero lleva este nombre debido a las hambrientas manadas de lobos que merodeaban durante los meses de invierno. Se sabe que los lobos tienden a aullar más a menudo en los meses del invierno. Es su forma de marcar territorio y reunirse para cazar.
La idea de darle nombres a la Luna también tiene que ver con la influencia que tiene ese objeto o animal en ese momento del año. En el caso de enero, el lobo marca una etapa de estrategia, unión y sentido de familia.
El significado de la Luna del Lobo ayuda a comprender qué representan estos animales y qué influencia tienen en el año nuevo que comienza. Se caracterizan por ser estratégicos, ingeniosos y con un sentimiento de unión de manada. Los aullidos son una manera de comunicarse con sus semejantes al igual que con el lenguaje corporal y con el contacto visual para transmitir un mensaje.
El lobo representa la fe y la comprensión profunda, ayuda a encontrar el equilibrio entre las responsabilidades (por ejemplo, las familiares) y nuestro propia identidad personal.
Durante esta época del año el centro de nuestro Universo irradia una energía muy potente para conectar con nuestra Visión y crear Conciencia de aquello que queremos materializar y construir o renovar.
Escuchar los aullidos de los lobos es una de esas cosas de la naturaleza que te sobrecoge. Hay mucho en la naturaleza para sentirse fascinado. Tristemente hoy en día no es tan fácil acceder a estas experiencias, pero siempre podemos usar el poder de la imaginación o visualización y que el lobo nos susurre con sus aullidos cuál es nuestra visión y cómo materializarla:
VISUALIZACIÓN:
Toma una postura cómoda en un lugar tranquilo en el que puedas estar en silencio.
Si es posible, colócate de manera que tengas delante esta luna llena de enero y que sientas su luz llegando hasta ti.
Tomate unos primeros instantes para sentir, respirar y tomar tierra.
Imagina ahora o visualiza un lobo aullando a la luna montado en lo más alto de una inmensa roca. Siente la vibración del sonido, visualiza al lobo y mantente receptiva a lo que te hace sentir esta imagen. Tómate tu tiempo.
A continuación, se oyen aullidos que llegan como ecos. La noche se llena de aullidos de lobos que provienen de diferentes rincones y distancias.
De cada uno de esos lugares van apareciendo lobos, que iluminados por la luz de la luna llena, se ven moviéndose de manera ágil y sigilosa para reunirse en la gran roca.
A medida que van llegando hacen contacto corporal, se chocan, se acarician, se refriegan, se empujan suave con sus hocicos, se muerden cariñosamente en sus orejas.
Cuando están todos, sus aullidos se unifican y eso, como lobo, te hace sentir grande, protegido, perteneciente a algo. Sientes que perteneces a la manada, y eso intensifica aún más tu grandeza. A un nivel interno:
¿Qué es aquello que te llena y te hace sentir grande y empoderada?
Si te visualizas dentro de unos meses, ¿qué visión te hace cosquillas en las tripas nada más imaginarlo?.
Qué es aquello que te emociona y fascina tanto que estás deseando contarle a alguien querido, qué es aquello que te parece tan maravilloso que deseas que todo el mundo pueda sentirlo/conocerlo/experimentarlo.
Qué es aquello que te hace feliz compartir y comunicar con la manada.
LA LUNA LLENA EN CÁNCER:
Durante gran parte del mes de enero, el sol estará transitando por la energía de Capricornio.
Capricornio es energía de Tierra que nos impulsa a construir y materializar nuestros sueños.
Esta energía arquetípica está principalmente simbolizada por la Cabra, animal de tierra, y la montaña. Representa la ascención, el esfuerzo de llegar hacia la cima, el logro: la materialización.
Capricornio es la experiencia del esfuerzo y la disciplina, y nos enseña a integrar el tiempo y la constancia, el deber, la tenacidad, y el trabajo concreto en pos de generar evolución a largo plazo.
Durante la temporada Capricornio, la luna se llena en Cáncer, signo de Agua. Cáncer es emoción, sentido de pertenencia, afectividad, corresponde al arquetipo de la Gran Madre, y por eso la Luna Llena allí ubicada genera un gran movimiento emocional.
CONTEMPLACIÓN FINAL Y CONCLUSIONES:
Tenemos dos energías dispares, la que se vuelca hacia fuera buscando el logro a través del esfuerzo. Y la que se vuelva hacia dentro en el cuidado, la familia y lo emocional. Podríamos decir que el lobo unifica estas dos energías a través de sus sentido de pertenencia a la manada y al mismo tiempo su capacidad estratégica.
El trabajo, por supuesto, es integrar ambas energías en un mismo centro.
Las preguntas a contemplar son:
Mis objetivos y propósitos están naciendo desde el intelecto o desde el corazón.
A la hora de moverme detrás de mis metas, ¿estoy descuidando o teniendo en cuenta mi salud, mis necesidades afectivas, de cuidado y descanso.
¿Qué aporta mi visión a mi manada, mi familia? ¿Cómo mis propósitos individuales se ponen al servicio de la Comunidad global?
¿Qué te haría de verdad volver a florecer?, ¿Qué necesitas para ilusionarte al máximo?
Recuerda, ahora no es momento de moverse e ir en busca de los propósitos de año nuevo. La energía del invierno es flotante, de reposo, receptiva. Es momento de gestación, de visión, de cargar energías a inspirarnos. Es momento de clarificar tu visión.
Pronto llegará el momento de moverse y florecer.
Lleva un journaling, apunta todo en un diario que te sirva de hoja de ruta en los próximos meses.